Malapascua es una pequeña isla de unos tres kilómetros situada al noroeste de Cebú, en las Bisayas Centrales. Quizás no sea la isla más espectacular de Filipinas, pero cada vez gana más adeptos a su causa. Los que han ido dicen no querer marchar y es que algo tiene Malapascua que la hace especial.

Malapascua es territorio del tiburón zorro, lo que hace que sea para los amantes del buceo un destino deseado. Este tiburón sólo come plancton y peces pequeños, por lo que no hay nada que temer. Utiliza su enorme cola aturdir a su presa. Poder ver in situ este escualo es un auténtico privilegio. Además del tiburón, hay muchas otras especies que hacen de esta isla un goloso destino para los buceadores.

Cuentan que el nombre le fue otorgado por un grupo de marineros españoles, que en tiempos de conquista quedaron varados en esta isla un 25 de diciembre, teniendo que pasar el día de Navidad. Maldiciendo su suerte decidieron nombrarla  Malapascua.